CAVE CANEM
Caminando
entre las flores y recuerdos
Del más
triste cementerio que he pisado
Me acerqué
con temor a la piedra que señala
El lugar
donde mi esposa fue dejada.
Mis ojos se
nublaron con su nombre
Puesto en el
suelo como la más cruel de las bromas
Y mis manos tocaron
la piedra
Que estaba sucia,
fría y dura.
Cerré mis
ojos, tranquilo y evocando
en vecindad
del cuerpo amado
y mientras
despierto soñaba
un perro lamió
mi mano
Como jugando
al amor
Pregunté
susurrando
¿eres tú
quien me ha besado?
Y otra vez
lamió mi mano
Pensé que un
perro sensible
distingue el
amor doliente:
la joya de
los aromas,
que mi alma
han perfumado.
Perro
diablo, le dije
Te
aprovechas de los tristes
Lisonjeando
con tu lengua
Como lo
hacen los amantes
Ya no quiero
tus caricias
Las que
añoro están en tierra.
Pero en
lugar de alejarse
Otra vez
lamió mi mano
Con un beso echado
al aire
Me fui
alejando de la tumba
Y al mirar
hacia atrás
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