jueves, 4 de diciembre de 2014

Réplica a La Isla del Tesoro, de Jorge Tellier



Astuto pirata: ¿Eres uno de quienes desde las tabernas sueñan un mundo mejor pero que cuando se enojan destruyen los barriles que quitaron el sueño al tabernero? No te disfraces de cordero, que no engañas ni a tu loro. Si quieres hablar, dejemos a un lado las excusas y el juego de la cerveza. Si solo quieres reír, bienvenido al lenguaje universal de los mares.
Sabes bien que si el barco se inclina para un lado, pronto se irá hacia el otro lado. Como eres de los gruñones, querrás que el barco no se mueva. Preferirás encallar y acabar el último ron de la tierra.
No, viejo lobo, quita tus manos grasientas del timón y deja que lleguemos al lugar que nunca imaginamos. El que no cabía en tu botella, el que no podías comprender aunque estuviera en tu propio camarote. Olvida los doblones que abundan en tu mente y por los que pagarías el mayor de los precios. Reconoce la miseria de tu solitaria existencia. Nada es tan triste como la improbable vejez de un pirata, que tarde se pone bueno, cuando ya nadie le cree. Seguir soñando en senectud es el único remedio que previene la locura.

No te culpo por vivir como poeta, pero debieras ser discreto. Los piratas son ladrones y eso también debe ser reservado. Te condeno por confundir con astucias y envolver con poesía tus oscuras intenciones. No contabilizo tus barriles, que tú sabrás si los mereces. Pero el ron te coció el cerebro si crees que puedes tú poner las reglas al océano. Te inventas un romance con los bares, con el mar y con la vida, pero en el fondo sabes que te están engañando. Lo bueno es que lo sabes, aunque no puedes evitarlo. No te queda más que seguir soñando.

Ahora te dejo un verso, para pagarte con tu misma moneda:
Cruje la precaria madera podrida que nos mantiene a flote y con algo de vida.
Mientras, la calavera en su mástil celebra sola los amargos chistes del capitán
La furia de las olas acalla la débil voz de los amotinados que solo piden ron
El resto espera su turno, quizás un tesoro, pero en el fondo del mar.


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