sábado, 2 de agosto de 2014

Poemas de Christian 26 de julio 2014



Ref. Poesía palestina



CUSCO

La plaza está bañada de trompetas y tambores,
dibujan las comparsas su agitado paisaje,
hablan las máscaras y brillan los vestidos.
Los emblemas mezclados de los dioses,
compiten por ganar el premio eterno
machacando con los pies, los suaves adoquines.

Lejos, entre los cerros,
el silencio del viento conversa de verdad con los dioses
mientras el frío de la altura toca a llamas y alpacas
que han besado ese suelo por mil años.
Algunas piedras del cerro fueron habitaciones:
contienen el eco de voces y plegarias,
fueron teñidas por humo de cocinas,
las tocaron muchos indios y españoles.
En una de aquellas piedras,
Teje sentada, la cuidadora de ganado.
¿qué piensa mientras trabaja?
¿querría estar ella en la plaza?
Los pequeños ojos negros
no dejan escapar sus sueños
Las arrugas de su cara son del cerro.
En sus trenzas se mezclan historias aprendidas.
Sus verdades se describen en su ropa.

Ese ser pequeño, de sucios pies y pelo tieso
que huele a humo y mira al suelo
tiene un importante privilegio:
el de nunca haber sido un extranjero.




MI TIERRA

No lavaré de mis pies la tierra
no tengo derecho a hacerlo.
No lavaré mi cuerpo de los trabajos
que forman la ofrenda de mi vida.
Quien se case conmigo
deberá amar al Cusco y esta vida
y ser como yo de punta a cabo.
Vestiremos de alpaca y de tierra,
nos bañará el sol del Tawantinsuyo.

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