domingo, 13 de julio de 2014

TEXTO DE Pilar Riveros Fuentealba


Me mataste,
tus celos me mataron hace algún tiempo
se hicieron golpes lacerando
palabras filosas rasgando el alma
hoy vengo a enrostraste la culpa de restarme vida

Lanzaste la piedra
Como si tú techo, no fuera de cristal
Qué ironía
Tu pecado transferido por obra y magia
Del doble estándar.

El cansancio se instaló en nuestras paredes
Como sonrisa negra en la calavera
Macabra expresión de final.

Las vulvas apetitosas
Siempre dispuestas a la invasión
Te perturbaban
Pero nunca te preguntaste
Si eras el único invasor.
La decepción fue mermando
El amor prometido.
Fuiste abeja asesina
Que destruye su propio panal.

Ahora desde esta oscuridad
Veo tu alma perdida


Y tu corazón convertido en espumarajo.

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